Una característica importante sobre la lengua materna es que establece una
unión entre las necesidades, los intereses y los logros de los individuos que
la hablan. A partir de esta característica, se puede pensar que la llegada de alumnos
extranjeros a las aulas con una lengua distinta contribuye a que los alumnos de
las mismas “crezcan” culturalmente. Cabe mencionar que esta inmersión lingüística
debe propiciar un ambiente de respeto y tolerancia, dos conceptos fundamentales
a la hora de enseñar en un aula con alumnos extranjeros.
Hay que destacar que la relación que establece el alumno extranjero con la
lengua de acogida es de vital importancia para el desarrollo positivo de los procesos
de adquisición y aprendizaje.
En la enseñanza de una segunda lengua, la razón y emoción son dos conceptos
que se entremezclan en el proceso de adquisición de una lengua de acogida.
El cerebro humano se divide en dos hemisferios cerebrales; el derecho y el
izquierdo. El hemisferio derecho es sintético, establece relaciones, compara, reconstruye,
procesa de forma simultánea y se maneja en procesos visuales y espaciales, y el
hemisferio izquierdo se caracteriza por ser analítico, lineal y secuencial y
está capacitado para el lenguaje en sus funciones de codificación y
descodificación. A partir de esta información, hay que resalta que cuando los
dos hemisferios trabajan conjuntamente, las personas percibimos el mundo y
aprendemos mucho mejor que cuando
trabajan por separado, por este motivo, hay que propiciar en las aulas que se
fomenten ambos hemisferios.
Trabajar en las aulas de esta forma conlleva más trabajo para el profesor
que se ve compensado por mayor entusiasmo por parte del alumnado a la hora de
aprender. Los alumnos aprenderían de acuerdo con su estilo cognitivo y
facilitaría el desarrollo de diferentes estrategias de aprendizaje.
Actualmente se sabe que la inteligencia trabaja conjuntamente con la memoria,
pero hay que señalar que el recuerdo funciona mejor si posee el mayor número
posible de rasgos distintivos. Además la memoria humana es selectiva y puede
alterar la realidad.
Las personas que llegan de fuera suelen idealizar su pasado, su cultura,
etc. algo que representa una defensa de su propia identidad.
Gardner diferencia entre inteligencia lingüística, científico-matemática,
espacial, musical, motora, interpersonal, intrapersonal y emocional. Las diferentes
inteligencias deben contribuir al dominio conversacional y académico del
español. La inteligencia lingüística resulta esencial para el aprendizaje de
una segunda lengua.
En un aula, el profesor tiene que ser visto como un agente de integración
socioeducativa y como coordinador de una interacción pedagógica flexible y
plural.
Texto basado en el artículo de Mª Victoria Reyzábal; Algunas reflexiones metodológicas a partir del concepto de lengua.
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